Iniciamos esta travesía por los años 30, en la Caleta de Pescadores San Pedro de Concón. Ellos tenían un  varadero a orillas de la playa “La Boca”, conocida hoy por la práctica del surf. En este lugar sus familias vendían su cosecha en pequeños puestos.
Mi madre, Elvira Bernal Soruco “La Tía Chirú”, adquiere la pescadería “La July”, de mi Tía, Julia Vicencio Moraga y decide rebautizarla como “La albacora”.
Recuerdo que un 18 de septiembre de 1988 construimos una ramada familiar tras la pescadería. Asistieron ilustres invitados de la época, entre ellos recuerdo el alcalde, su madre, la cuñada de un ministro, entre otros. En medio del asado irrumpen turistas para consultar si el lugar era una “Picada”. En aquel momento surge la idea de crear el negocio familiar. Al día siguiente; improvisamos  un comedor con mesas rústicas, con el fin de atender el público que visitaba el balneario en la temporada festival.
Aquel verano, fue tan exitoso que nos vimos en la obligación de contratar más personal, construir baños, porque aunque increíble que parezca, no contábamos con servicios higiénicos bàsico. Todo era muy rústico e improvisado.
Para finalizar el relato de nuestra historia, el nombre actual “La Picá del Loro” surge a partir de la presencia de unos Loros que todos los días se posaban en las vigas del techo, èsto llamaba la atenciòn de los comensales, quienes compartían el dato de esta  «picada» refirièndose a ella como “La Picá del Loro”, con esto, , mi madre decide rebautizar el lugar con este nombre por segunda vez.
 “La Picá del Loro” de esa época quedò en el pasado. Hoy es una empresa que da trabajo a muchas familias, cuenta con dos comedores, una terraza, dos barras, baños y una cocina espectacular, cuya misión es brindar el mejor servicio a nuestros comensales.
Rendimos tributo a la creadora de este proyecto, «la Tía Chiru», que con esfuerzo, constancia y perseverancia nos deja este gran legado, en donde están plasmados sus mayores deseos, su alma y su encanto.